domingo, 16 de diciembre de 2007

Este es Cristo

La historia que nos contaron dice que un grupo de estudiantes decidió hacer un asado y para ello pidieron permiso a los curas del lugar (creo que era en Bell Ville, Córdoba) para hacerlo.

Los sacerdotes otorgaron el permiso pero solicitaron a los jóvenes que no ingresaran en el terreno de los frutales.

Una vez en el campo, uno de los chicos decidió desobedecer el pedido de los religiosos y entró en sitio donde había manzanos y otros árboles frutales.

Algunos compañeros le pidieron que no lo hiciera ya que los sacerdotes habían sido amables al permitirles hacer el asado de camaradería.

El jóven en cuestión no solo no hizo caso del pedido de sus compañeros sino que comenzó a insultar a viva voz a los curas, a Dios, a la Vírgen, etc.

En un momento quedó como paralizado y les dijo a sus amigos que, "un tipo me está mirando desde el árbol".

"¿Dónde?", decían los otros mientras se acercaban...

"Ahí, ahí..." decía el muchacho absolutamente estático.

Como sus amigos no veían nada, uno de ellos con una vieja "camara-cajón" sacó una fotografía a la copa del árbol señalado.


Cuando los chicos en cuestión hicieron revelar el rollo de fotografías, el encargado les dijo que, "salieron todas menos esta que está borrosa". "No, ahí está el tipo que me miraba", dijo el estudiante desobediente.


¿Que vió? ¿Que vieron?. Vieron la imagen que hoy comparto con ustedes y que llegó a mi como un legado de mis padres.

Busquen el rostro... Cuando lo encuentren verán a Jesús. No lo duden...

viernes, 7 de diciembre de 2007

Pedacitos de Tinta


Los poemas son... pedacitos de tinta.
Tu mente y corazón les asigna colores, brillos,
formas y tamaños.
Sin son rosados, seguramente tu alma brinca.
En cada frase, en cada coma, en cada punto.
Si el rojo gana, la pasión avanza.
Trazando líneas. Despertando encuentros.
Pedacitos de tinta verde. Esperanza abierta.
Ronda de sueños. Aún de aquellos que no se alcanzan.
Si los eliges blancos, el papel jugará en tu contra.
Escribirás sin fines. Dibujarás la nada.
Cuando te sientas triste, el gris acompañará tus lágrimas.
Serán versos ambiguos. Con mucho pasado y poco presente.
Pedacitos de tinta negra. Opacos, sumisos.
Vence el odio. Ganan las derrotas.
Cuando, en el rompecabezas de tu vida, los pedacitos
de tinta se ubiquen a tu manera, con los colores, brillos
y formas que tú quieras, habrás hecho de tu existencia un poema.






GUILLERMO REYNA ALLAN


Río Cuarto - Agosto 22, 1997

miércoles, 5 de diciembre de 2007