Torcer la ley.
Arrancarle un oráculo a los astros.
Implorar
una señal de pájaros al cielo.
Este cuerpo engrisado
puede
darse a luz en la jungla
prófugo andarle al desamor
pincel que cruza un arco iris
sobre el salto estupendo de las aguas
custodiar la caída
detrás de su cortina aluvional.
Torcer la ley
apenas seis horas de imprevisto verano
la leyenda presente pulsa claves en Mi.
Regresar
princesa india de esa raza otra vez
guerrera que me legó su nombre
guerrera que me legó su nombre
¿si también su misión?
Ser
memoria atávica
en cada nervadura de la roca,
un implacable límite al Vacío
por si le apeteciera devorar la belleza.
Anahí Abeledo
Fuente: tuspoemas.net