lunes, 26 de noviembre de 2007

Viejo amigo


En cada surco una historia.
No es así, viejo amigo?
Miras a lo lejos y ves...¡claro que ves!.
El rostro enjuto, desdibujado, indica una pena.
Mil penas.
Apenas te permites, de vez en cuando, una sonrisa.
Tenue, desapercibida.
Pero a veces, tus ojos brillan misteriosos, diferentes.
El recuerdo invade tu alma. Aún la amas.
¡ Ha pasado tanto tiempo!
Cien países. Mucha soledad acompañada.
Más allá del cielo están las respuestas que no encontraste.
Perdido en el tiempo de un amor ido esperas tu hora.
¿Hasta cuando, Dios, hasta cuando?
Se cumplirán luego, las promesas niñas.
Aún te esperan. Tú lo intuyes.
Más, la duda crece. Se apaga la mirada.
Y una lágrima baña tus desconsuelos.
¿Habrá que morir para vivir?
Buena pregunta, viejo amigo.

GUILLERMO REYNA ALLAN

Río Cuarto - Agosto 16, 1997

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