Para Sebastián

Como quisiera, hijo pequeño, decirte cuanto te amo.
Como quisiera que me entiendas, cuando con la mirada te beso.
Como quisiera detener el tiempo.
Para que sigas así, muy cerca de mí. Viviendo.
Y aún cuando no sepa expresarlo; mi corazón reboza de alegría
cuando con tus problemas acudes a mí, como un amigo.
Te miro, y me arrepiento de los momentos idos, no compartidos.
Busco en tus ojos claros el camino que he extraviado y,
con tu frescura, me ayudas a encontrarlo.
Como quisiera saber demostrarte lo que en papel escribo
y en la vida escondo, con una coraza de egoísmo.
Quizás, algún día, no sea tarde para besarte.
Y encontrar tu amor, muy cerca de mí.



GUILLERMO REYNA ALLAN


Río de los Sauces - Enero, 1991

¡ Vamos...!!

Vamos, Hermano, que ahora es tu momento.
Ha llegado el día, de la pausa y el reencuentro.
Del mirarse por dentro y ver la savia nueva.
Vamos, Hermano, que este es tu momento.
Que recién ahora puedes mirar con regocijo
lo que has sembrado.
Ha sido mucho y bueno.
No te dejes abatir por los destiempos.
Simplemente piensa lo que a tu lado va viviendo.
Vamos, Hermano, que la semilla explota y el fruto va a tu encuentro.
Aún necesita de tu mano y de tu aliento.
Que los días mansos van llegando, y aún... aún es tiempo.
Vamos, Hermano. Que ahora, este es tu momento.




(Para mi Hermano Alejandro)



GUILLERMO REYNA ALLAN


Río de los Sauces - Enero, 1991

Respuesta sin camino

Hoy tengo ganas de escribir.
Así, sin proponer ideas ni estilos.
Simplemente dejo que mi mente se abra
a los espacios de la tinta y el papel.

Vuelco los sentimientos agolpados de mi alma;
¿ atormentada ?
Y, probablemente, dejaré este sin rumbo
en algún cajón, olvidado.

Soy feliz. Lo tengo todo, y nada tengo.
Mis angustias. ¡ Sí, aún ellas !, me dejan vivir.
Y la sonrisa hipócrita que ahora esbozo,
alcanza para superar mis miedos.

No entiendo los porqués.
Simplemente los dejo llegar.
A veces pasan; a veces quedan.
Es que, sin motivo, suceden cosas que uno no quiere que sucedan.

Tiempos cambiados. Historias cruzadas.
Vuelos de amor y poesía.
Letargo de ansiedad y agonía.

Ya estoy pensando demasiado.
Ya escribo meditando. ¿ Eso es bueno ?
Prefiero dejar la respuesta sin camino.
No quiero encontrar la razón del sinrazón..

¿ Arrugaré el papel ?
O lo pondré cerca de mis afectos más queridos.
Busca tú, amigo, mis silencios.
A mí me basta saber que los tengo.



GUILLERMO REYNA ALLAN

Río Cuarto - Febrero, 1997

Frente a vos, desnudo

Sentir tu cuerpo sin tocarlo. Gozar sin gozar.
Sentirme vivo. Besar sin besar.
Destino aceptado. Sin reproches, sin misterios.
Dame, al menos, tus sonrisas.
Las atraparé a escondidas y viviré con ellas.
Dejame oler tu perfume.
Aroma y fragancia de almizcle y sal.
Permitime llorar. No impidas que mi amor explote.
Aunque vos no lo sepas.
Aunque el sonido calle.
Viví. Seguí tus instintos sin mirar al lado.
Yo no pido. No exijo. No mido.
Humedecé mis labios con tus palabras,
que a tu boca la imagino mía.
Volvé hacia mi tus desvelos,
que mi paz alcanza para abrazarlos sin brazos.
No descubras mis miradas, que el sonrojo ganará el espacio.
Y, si un día; si un día quedo frente a vos, desnudo,
te seguiré amando como hasta ahora.
Pero ya no en silencio



GUILLERMO REYNA ALLAN

Río Cuarto - Febrero, 1997