En términos de eficacia, su paso por la Formula 1 lo hubiera colocado en una lista extensa de piloto que ganaron unas pocas carreras. Lo que hizo explotar su popularidad fue su estilo único de manejo sumamente veloz y espectacular; siempre al límite.
Llegó a la máxima categoría con 27 años y de inmediato causó sensación, al punto que sedujo al propio Ferrari que lo sumó a su equipo. Algo había de especial en él, de lo contrario, Enzo Ferrari, para quien sus autos eran sus hijos, no hubiera admitido a un piloto así, que de vez en cuando volvía caminando al box.
El 8 de mayo de 1982, cuando apenas iban 8 minutos de la clasificación para el GP de Bélgica, Villeneuve se encontró con el alemán Johen Mass transitando a baja velocidad. El canadiense eligió superarlo por la derecha y al mismo tiempo, Mass eligió la misma trayectoria para dejarle paso.
Fue entonces cuando sobrevino el choque y la Ferrari se voló de la pista a una velocidad estimada de 229 kilómetros por hora. La consecuencias fueron fatales para Villeneuve, que a los 32 años perdió la vida instantáneamente al salir despedido del auto, en uno de los accidentes más crudos que se recuerden en la F1.
Fuente: minutouno.com.ar
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