jueves, 25 de septiembre de 2008

Tengo un secreto



Tengo un secreto.
Muy mío.
Cerrado y cautivo.
Temeroso y ardiente.
Tengo un secreto.
Lastimero, amoroso y vehemente.
Si supieras niña mía. Tú, la de los ojos dulces,
cuanta pasión se entromete en la que, hasta hoy,
era una vida tranquila.
Tengo un secreto.
Muy mío.
Y tú tienes la llave del mismo.


GUILLERMO REYNA ALLAN

Río Cuarto - 1997

jueves, 18 de septiembre de 2008

VIolencia sin límites


Los hechos de violencia que, a diario, toman protagonismo en los distintos medios de comunicación han de hacernos reflexionar, definitivamente. 

Mientras que en Campo Viera jovencitos "aburridos" se divertían izando un perro en el mástil de la plaza central de la población; las noticias nos hacían recordar de otros episodios teñidos de sadismo y crueldad.

En Resistencia, Chaco, salían de safari en camionetas para identificar a sus víctimas. Una vez logrado el objetivo (un ciclista) se acercaban y le pegaban con el cinto. En Monte Caseros (Corrientes) otro grupo de inadaptados rociaban con combustible a las palomas, las prendían fuego y filmaban el "espectáculo".

Y asi, sucesivamente, nos encontramos a diario con  hechos espeluznantes, aberrantes, lejos de toda lógica. Con una alta dosis de violencia, sadismo y masoquismo.

La tortura a los animales, penada por la ley, no ha sido en estos casos parte de un ritual ni nada parecido. Solamente se ha buscado una "diversión" muy cercana a la perversión, a la imbecilidad humana, al desprecio por los animales.

Inmediatamente surgen las preguntas: ¿Estamos lejos del paso a la tortura pública de humanos? La línea de separación es muy fina. De hecho en el caso de Resistencia, antes mencionado, ya se tomó a personas como objetivo del "divertimento".

Los profesionales de la psiquiatría están azorados. Buscan respuestas en distintos ámbitos. Desde la responsabilidad hogareña, la cibermanía, la televisión agresiva, la falta de políticas de estado que contengan.

En muchos de los casos los protagonistas son integrantes de familias de clase media-alta, con estudios secundarios y hasta terciarios. No se trata, entonces, de una cuestión de dinero y de ignorancia. Se trata de una cuestión que excede todo tipo de prevención.

Los asesinatos de personas mayores, discapacitados, niños, nos cuentan de la crueldad ejercida al momento del crimen. Y tampoco en estos casos se puede discriminar socialmente. Los responsables de las muertes se corresponden con distintos grupos sociales.

Lo peor que nos puede pasar como sociedad es caer en la indiferencia ante estos episodios. No se deben asumir como una realidad... "y ya está". Se deben buscar los caminos de la sanción social a los responsables de las atrocidades y, obviamente, investigar las causales de las mismas.

Televisión basura, espacios no controlados en las páginas de internet, ausencia paterna en los hogares, desidia en los docentes, burocracia en los estudios de hechos como los de referencia, hacer la "vista gorda" porque los responsables son "hijos de..."

Todas son cuestiones a tener en cuenta. Como sociedad necesitamos respuestas urgentes. No se puede perder más tiempo porque algo muy grave nos está pasando. Cada uno desde su lugar; legisladores, trabajadores, prensa, etc. debemos ponernos manos a la obra para no permitir la victoria de prácticas que, tal como se plantea, están viciadas de crueldad, malicia, discriminación y un alto, altísimo grado de estupidez.

Escribe: Guillermo Reyna Allan
Fuente: www.infodía.com.ar

viernes, 12 de septiembre de 2008

Nido jaula


Quise tomar tu encanto. Busqué las llaves de tus ansias.
Abrí puertas y encontré locuras.
Te atrapé por instantes. Fui feliz, con egoísmo y temor.
Ahora espero que vueles.
Que llegues nuevamente a tu cielo. A tu paisaje.
Ya sabes de la tibieza de mi nido, aquel que quise fuera jaula.
Recorre tu universo. Ríe y llora.
Cuando necesites de un remanso, vuelve.
Las ramitas tiernas seguirán esperando.
El remolino de mi sentimiento no habrá variado.
Estaré aquí, como hoy, como siempre.
Y en la turbulencia de mi entorno
volverás a encontrar la paz que hayas perdido.
Siente. Ama. Goza y sufre.
Yo ya he sentido. He amado. He gozado y estoy sufriendo.
No permitas que te dañen.
Enciérrate donde quieras. Sé libre y siéntete amada.
En esas pequeñas cosas está la vida.
Dale luz verde a tus instintos.
Pero no dudes. No claudiques.
Cuando la tristeza te gane. Llega a mi y reiremos juntos.
Entibiaremos nuestros cuerpos.
Y cuando quieras irte, lo harás segura.
Mi nido jaula seguirá abierto.
Para que te vayas.
Para que vuelvas.


Guillermo Reyna Allan - Junio de 1997

viernes, 5 de septiembre de 2008

Horroroso

Si lo que se escucha es cierto, estamos en presencia de un plan abominable. Presten atención...


Boomp3.com

jueves, 4 de septiembre de 2008

Incoherencias


Se amontonan las palabras.
Se cierran los pensamientos.
Todo es amor. ¿ De que vale lo demás?
Que torpe intento de escribir lo que siento.
Todo es amor. Comencemos de nuevo.

Busco y busco. ¡ Que desencuentro!
Sonrío y sueño.
¿ Estás allí ? Un poco sí, un mucho no.
Mas no me importa. ¿ Que estoy diciendo ?
Te extraño. Te siento.

Sostengo tu mano. Observo tu boca.
¡ Ay !, como te quiero.
Me duele el alma. Ya no te tengo.
Tu mejilla en mis labios. Que dulce momento.
No te he besado, ¡ cuanto lamento !

Mejor así. Ya estoy mintiendo.
Yo soy de aquellos, simples locos de sentimiento.
Todo es amor. Aún las incoherencias de este intento.




GUILLERMO REYNA ALLAN

Río Cuarto - Junio, 1997