En noches como esta tengo miedo.
Alargo los momentos de ir al lecho.
Sé, que hoy tampoco estarás.
Y mi cama vacía se parece a mi corazón solitario.
Y tus perfumes me envolverán hasta la locura.
En noches como esta te extraño.
Te deseo. Te amo.
Y, afuera, el mundo ríe.
De que? Si todo es tan frío y triste.
Es que acaso no comprenden ?
Mi soledad me transporta al entrañable mundo de tu compañía.
Y hoy no estás.
Hoy estoy solo, otra vez.
En noches como esta odio al mundo entero.
Solo el recuerdo de tu amor
me hace soportar la tediosa idea de enfrentarme
con aquellos, que nada saben.
Sin embargo, los pensamientos más oscuros
me devolverán a la realidad de saber que hoy
tampoco estarás conmigo.
Y mis lágrimas brotarán.
Y mis ojos, sangrientos de agua, se parecerán
a dos tizones de brasa encendida.
Y la música que llega a mis oídos, lejos de consolarme
me deja, aún más solo.
Quizás necesite embriagarme,
para que el calor del alcohol imite por dentro
la pasión que me brindabas.
Pero nada es igual. Tú no estás.
Y no hay nada.
No hay vaso compañero que calme mis pesares.
En noches como esta, está escrito.
Me quedaré solo.
Yo y mis silencios.
Yo y mis torturas. Yo y mis recuerdos.
Yo y mis lágrimas. Yo y mis besos atrapados.
En noches como esta, es cuando más te amo.
GUILLERMO REYNA ALLAN
Posadas - Marzo, 1991
Alargo los momentos de ir al lecho.
Sé, que hoy tampoco estarás.
Y mi cama vacía se parece a mi corazón solitario.
Y tus perfumes me envolverán hasta la locura.
En noches como esta te extraño.
Te deseo. Te amo.
Y, afuera, el mundo ríe.
De que? Si todo es tan frío y triste.
Es que acaso no comprenden ?
Mi soledad me transporta al entrañable mundo de tu compañía.
Y hoy no estás.
Hoy estoy solo, otra vez.
En noches como esta odio al mundo entero.
Solo el recuerdo de tu amor
me hace soportar la tediosa idea de enfrentarme
con aquellos, que nada saben.
Sin embargo, los pensamientos más oscuros
me devolverán a la realidad de saber que hoy
tampoco estarás conmigo.
Y mis lágrimas brotarán.
Y mis ojos, sangrientos de agua, se parecerán
a dos tizones de brasa encendida.
Y la música que llega a mis oídos, lejos de consolarme
me deja, aún más solo.
Quizás necesite embriagarme,
para que el calor del alcohol imite por dentro
la pasión que me brindabas.
Pero nada es igual. Tú no estás.
Y no hay nada.
No hay vaso compañero que calme mis pesares.
En noches como esta, está escrito.
Me quedaré solo.
Yo y mis silencios.
Yo y mis torturas. Yo y mis recuerdos.
Yo y mis lágrimas. Yo y mis besos atrapados.
En noches como esta, es cuando más te amo.
GUILLERMO REYNA ALLAN
Posadas - Marzo, 1991
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