Miro a la distancia sin ver.
Busco en derredor algo que inspire mi alma.
Siento lágrimas.
Golpes de ausencia.
Respuestas desencontradas, y yo sin saber.
Mi mar es tan transparente, como insondable tu pensamiento.
Y duele
¡ Ay niña, como duele !
Te siento. Y de pronto, otra vez, golpes de ausencia.
Un repiqueteo de locuras.
Una esperanza.
Y la daga de tu olvido, dejándome.
Reencuentro y amor.
Cabello mojado y llanto.
Borbotones de miel. Sufrimiento aceptado.
Golpes de ausencia.
Guillermo Reyna Allan
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