Alumnos que llevan armas a la escuela y hasta las usan dentro de sus límites. Robos de computadoras, televisores o reproductores de video y aulas incendiadas por los propios alumnos o por padres de la escuela.
Alumnas que se cortan la cara con trinchetas. Profesores que abusan sexualmente de sus alumnos y alumnas de nivel inicial. Un adolescente que acuchilla a su profesora causándole la muerte. Y la lista continúa...
Las anteriores son escenas de violencia que se registraron en los últimos años en las escuelas argentinas. Todas fueron ampliamente cubiertas por los medios pues la violencia en la escuela ocupa un lugar de suma importancia en los temarios del periodismo gráfico, radial y televisivo.
Tema que preocupa a madres y padres y es abordado en cualquier reunión docente tanto desde la queja como para la búsqueda de soluciones.
Tema que preocupa a madres y padres y es abordado en cualquier reunión docente tanto desde la queja como para la búsqueda de soluciones.
¿Están las escuelas de nuestro país desbordadas por la violencia? ¿Es tal el grado de violencia en nuestras escuelas que impide el desarrollo de cualquier propuesta pedagógica? ¿De qué se habla cuando se habla de violencia en las escuelas?
Es la violencia en la escuela, ¿producto de los últimos años?
María Inés Bringiotti, especialista en maltrato infantil, advierte que en momentos quela violencia se halla instalada en la sociedad, es posible caer en la tentaciónapresurada de referirnos a ella como propia de estos años, como si fuese mayor queen épocas pasadas. Al menos, la historia de la infancia, la historia de las mujeres y lahistoria de la vida privada en la Argentina, describen una historia plagada de abusos,malos tratos, negligencia e ignorancia hacia los sectores más desfavorecidos, como lasmujeres y la niñez.
¿Y en la escuela? Si nos atenemos a las coberturas de ciertos medios y a cierta alarmasocial, podríamos llegar a pensar que la escuela es un lugar donde la violencia esmoneda corriente en la actualidad.
Pensar que solo la escuela es un lugar violento no es dar cuenta de la realidad. Si uno lacompara con eventos deportivos o algunas expresiones política, la violencia en laescuela es mucho menor. Esto no significa que no haya expresiones de violencia en los establecimientos educativos.
Cuando estallan distintas situaciones de violencia en las escuelas (muchas de ellasciertamente inéditas) como cuchilladas, portación de armas, patadas, peleas deextrema agresividad e insultos se podría llegar a pensar que la violencia en lasescuelas es cuestión de la última década. Esta reclusión de la violencia en la escuela alos años recientes parecería indicar la existencia de un pasado donde las relacionesentre los distintos actores de la educación eran casi como los de la “Familia Ingalls”.
No se debe caer en los extremos a los que tan afectos somos los argentinos. No todo el pasado fue mejor. Pero hay cosas que debemos corregir urgentemente.
El problema de la violencia se ha instalado en la sociedad moderna y, en la escuela también dice "presente". Se ha convertido en un alerta permanente para toda la comunidad y genera responsabilidades hasta ahora desconocidas en las instituciones educativas. Los educadores deben trabajar a partir del conocimiento específico y de la aplicación de programas que favorezcan la convivencia escolar.
Ives Michaud define la violencia como "una acción directa o indirecta, destinada a hacer mal a las personas o destituir ya sea su inteligencia física o psíquica, sus posesiones o participaciones simbólicas".
Para Domenech la violencia "es el uso de la fuerza, abierta u oculta, con la finalidad de obtener, de un individuo o de un grupo, algo que no quiere consentir libremente"
"Violencia es el ejercicio de la fuerza física con la finalidad de hacer daño o de causar perjuicio a las personas o a la propiedad, acción o conducta caracterizada por tender a causar mal comportamiento o por coartar por la fuerza la libertad personal. (Mackenzi)
"Violencia es algo malo, tipo maldades; y se las hace a las personas inocentes", dijo un alumno entrevistado sobre el tema.
"Manifestación explícita o implícita de agresión, discriminación, falta de respeto y responsabilidad que torna dificultades serias y hasta paraliza la convivencia...destruye", aseguró otro educando.
La escuela es un ámbito donde se establecen una infinidad de vínculos, y por este motivo es un lugar en el que pueden darse situaciones de violencia física, psíquica y simbólica. La violencia no es sólo un determinado tipo de acto, sino también una determinada potencialidad. No se refiere sólo a una forma de "hacer", sino también de "no hacer".
El desafío entonces es comenzar a "hacer" y no permitir que nos gane el desgano, la impasividad y el peligro de una violencia que, nos guste o no, no está solamente en la escuela sino que ha ganado espacio en todo el ámbito social.
Escribe: Guillermo Reyna Allan
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